Ese día llegará…




Ese día llegará…

Cuando los demás dejen de hablar por ti o quizás por los dos, ese día dejaremos de ser menos cavernícolas. El día en que nos demos cuenta y podamos mirar no como lo hacemos normalmente, sino que lo hagamos con un poco de raciocinio, ese día te juro que seremos libres de toda culpa.
Hablamos siempre de que vivimos en una era de conocimiento y verdades, la cual ha dejado desahuciado al hombre cavernícola en su caverna. Con sus días de ignorancia ya gastados, y que ahora solo el mundo se sostiene con la verdad absoluta.
El día en que vivamos y dejemos vivir, ese día nos libraremos de muchas guerras   y conflictos. Ese mismo día morirá el ser que vive de especulaciones y el cual se vive alimentando de ocurrencias.
Ese día llegara y nos tocara enfrentar un mundo de verdades y no de vacilaciones cancerígenas. Sera difícil para nuestra raza despojarnos de este vicio que camina a sus anchas como una enfermedad contagiosa, alimentándose cada día y en cualquier lugar. Quizás porque somos por naturaleza acusadores y señaladores, lo cual nos pone en la balanza mitológica del hombre narrador y especulador, quien sobrevive aun desde la propia existencia de la humanidad. Ni el propio Jesucristo se ha salvado, de quien por cierto especulaban uno y mil inventos (o quizás verdades), pero lo cierto es que aun vivimos sumergidos en el pantano espeso de las conjeturas y por ende nos ubica en la celda de las murmuraciones. Pero un día de estos saldremos a la luz, pero esta vez no por lo que nos digan a la vuelta de la esquina, ni por el chisme de la voz robótica de la radio o la televisión y ni mucho menos por los 147 caracteres del twitter.
Cuando ese día llegue ya no hablaran por nosotros. Ese día nos dejaran hablar con la verdad o quizás ellos promulgaran dicha verdad, la cual sí que nos hace falta como sociedad y por fin dejaremos de ser esclavos de las especulaciones y las murmuraciones.

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