“UN SIMPLE JUGLAR”


“UN SIMPLE JUGLAR”






Los pueblos del magdalena esconden en sus cobijas de cienegales centenares de historias. Todas con un valor ancestral muy profundo, la mayoría de estas comunidades poseen vivas esas costumbres heredadas de nuestros abuelos, aunque ya un poco gastadas por la intervención de nuevas interacciones sociales de las grandes ciudades, las cuales ofrecen nuevas costumbres y van rezagando a paso acelerado las de antaño.
Este intercambio cultural de la urbe con lo rural ha causado sus estragos en los pueblos. En términos matemáticos “al aumentar el flujo de interacciones con la urbe, disminuye la esencia de lo raizal, de lo patriarcal. Esto quiere decir que la costumbre de la ciudad es inversamente proporcional a la de los pueblos.
Tan solo ese no sería el único problema. También nos enfrentamos a la decidía de los gobiernos que dejan naufragar esas raíces culturales, las cuales se disipan para las nuevas generaciones.
La costa caribe Colombiana se caracteriza por su cultura folclórica, un inmenso universo de tonos y sonidos. Un océano musical nos rodea, pero cuando hablamos de folclor nos dirigimos automáticamente al que nos caracteriza, que es el vallenato. El valle es el único lugar en el mundo donde se respira pitos de acordeón. Combinando estos tres elementos se produce un estallido musical que llena de gozo a todos los parranderos.
Valledupar cuna del vallenato. Único lugar en el mundo donde todos los años se corona un rey. Este folclor tiene entre sus redes juglares históricos, los cuales tenemos; “Chico” Bolaños, Luis Pitre, Abel Antonio Villa, Luis Enrique Martínez, Alejandro Duran, “Pacho” Rada, Nafer Duran, Leandro Díaz, Rafael Escalona, Toño Salas, Emiliano Zuleta, Lorenzo Morales, Tobías Enrique Pumarejo, “Chema” Gómez, Andrés Landero, entre otros.
De todos estos existió uno, quien se atrevio a reclamarle a Dios por el fallecimiento de su primera esposa,  Alicia cantillo, a quien le dio preclamsia. Un hombre de piel morena, quien le canto a un lucero espiritual, quien se describió asimismo en una de sus canciones “Juancho Polo Valencia no tiene dientes ni tiene muela – no tuvo grado de escuela – pero que al cantar es la ciencia…”

Nuestro juglar es oriundo de Candelaria Magdalena, población en el cual se alza un “monumento” en su honor. En septiembre se realiza una improvisada conmemoración, donde cantautores de la región interpretan las canciones de nuestro juglar.
Son muchos los que escriben sobre nuestro juglar, pero siempre está el error de su procedencia. Pero sucede algo curioso, los escribientes nos hemos puesto la tarea de inmortalizar su legado musical, aunque sea a punta de tinta. Un esfuerzo heroico  para que los entes culturales se pellizquen y  recuerden que Juancho Polo Valencia es un grande de la música vallenata y no un simple juglar.
Ya es casi ley que en Colombia los entes gubernamentales consideren que lo que da plata es lo valioso, y pues un ejemplo más claro que este no hay. Seguiremos intentando que nuestro juglar sea lo que en verdad es. Y no se eche al olvido como todo en nuestro país, aunque creería que a nuestro histórico e inmortal juglar le pasa como a nuestros pueblos, nos tienen en la decidía inmarcesible de los años de antaño de los políticos y me atrevería a escribir que se vive una disputa de quien se lleva el crédito de este gran maestro, puesto que su monumento en candelaria lleva más de 10 años con la misma apariencia, aun no llega nadie que considere que hay que ampliar el sitio donde se encuentra el pequeño monumento. No hay quien alce la voz y diga Juan polo cervantes o más conocido como Juancho Polo Valencia es un juglar de juglares y no se le tenga en el olvido y ya no sea un simple juglar sino que sea el gran Juancho Polo Valencia el de la lírica sublime, el que se pasea por concordia. El del lucero espiritual.

Comentarios

  1. Mi gran amigo y hermano que talento tiene, seguiremos trabajando juntos, de la mano de mi Dios lo lograremos con la CORPORACIÓN LEGADO DE UN JUGLAR. Caimán tierra linda...

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